sábado, 3 de julio de 2010

Ricardo Dolorier habla de Flor de Retama, de Mario Florián, de Horacio Zeballos



Por: Julio Yovera B. *

En el Centro Cultural de Huayllabamba, en Lima Norte, se acaba de hacer un homenaje justo al docente y poeta Mario Florián. En el acto, Margot Palomino invitó a uno de los expositores, el maestro Ricardo Dolorier, a cantar Flor de Retama; él dijo que no cantaba. Entonces, ágil y tierna como una calandria, Margot le pidió que nos cuente cómo así nació esa canción que tiene el aroma de las flores y la ira de los relámpagos y cómo así conoció al maestro Mario Florián. Aquí sus respuestas:
Sobre Flor de Retama
“Era el año de 1969, la dictadura militar presidida por Juan Velasco Alvarado había dado un Decreto, el 06, señalaba éste que los estudiantes que salieran desaprobados en un curso, perderían la gratuidad de la enseñanza. El pueblo se levantó en todo el país y de manera muy enérgica en algunos pueblos andinos.”
“El 22 de junio, el pueblo de Ayacucho tomó las calles (la Asociación de Padres de Familia, el Sindicato de Profesores Primarios, el Colegio González Vigil, rechazaron la medida). El régimen envió a los Sinchis, destacamento de élite de la policía. En Huanta y Huamanga, los niños, los adolescentes, los jóvenes, los adultos, los ancianos, salieron a protestar a las calles; fueron duramente reprimidos. Fue un crimen horrendo, no sabremos nunca el número exacto de muertos.”
“Al final, el régimen tuvo que retroceder; anuló el dispositivo. Es decir, tuvo que morir gente humilde para que se le garantice al pueblo su derecho a la educación.”
“Este hecho nos impactó a muchos y es la causa de esta composición. Siempre he dicho que Flor de Retama no fue producto de la inspiración, sino de la indignación.”
Mario Florián
“A Mario Florián lo conocí en plena lucha magisterial. Mario era de esa estirpe de seres tiernos, que la lucha los convierte en guerreros. Las huelgas del SUTEP de entonces tenían respaldo; la gente sentía que ésa también era su lucha; que los maestros al combatir a la dictadura estaban combatiendo también por ellos. ¡Cuánto sacrificio, cuanto coraje y cuanto desprendimiento!”
“Conozco casos conmovedores, por ejemplo, parejas de esposos maestros, que para seguir en la lucha, empeñaban sus aros de matrimonio.”
“Las huelgas del 78 y 79 fueron reprimidas con odio. Hubo muertos, presos, subrogados. A pesar de todo, los maestros estábamos firmes. Nos concentrábamos en la canchita de San Fernando. Uno de los que asistía fervorosamente era Mario Florián; él no pronunciaba ningún discurso pero su sola presencia nos iluminaba.”
“La dictadura desesperada por quebrar la huelga del 79 empezó a subrogar. Mario fue subrogado. ¡Él que venía de ser reconocido como uno de los mejores poetas del Perú! Se le organizó un homenaje en la Casona de San Marcos. Asistieron los maestros, los estudiantes, los poetas Marco Martos, Hildebrando Pérez, Juan Cristóbal.”
“Ahí fue cuando dije esa frase que dio vuelta al mundo, traducida a no sé cuantos idiomas. Se lo dije a Mario Florián a modo de homenaje (Se refiere a la frase: “Ser maestro en el Perú/ es una forma peligrosa de vivir/ Ser maestro en el Perú/ es una forma hermosa de morir.”
“La huelga del 79 fue una gesta heroica. Mario Florián escribió un poeta hermoso al SUTEP y dedicado a Horacio Zeballos. La vida había puesto frente a frente, a un militar dictador, que encarnaba lo más retrógrado del país y a un poeta, porque Horacio más que un dirigente gremial, fue un poeta, un poeta que encarnaba la lucha y la dignidad no solo de los maestros, sino del pueblo.”
“En los 70s, para ser dirigente del SUTEP había que ser el más honesto, el mejor profesional, el más consecuente. Por eso el pueblo respaldó sin reserva alguna a sus maestros.”
“Y fue por eso que un poeta como Mario Florián estuvo, heroico y tierno, con el SUTEP.”



• Hemos conservado íntegramente las declaraciones del maestro de maestros Ricardo Dolorier. Solo quiero añadir que acto seguido, Margot Palomino cantó Flor de Retama, con verdadera unción vallejiana. (JYB).

Flor de Retama
Vengan todos a ver, ay, vamos a ver,
en la plazuela de Huanta, amarillito flor de retama,

amarillito, amarillando flor de retama


Donde la sangre del pueblo, ay, se derrama
Allí mismito florece, amarillito flor de retama,
amarillito, amarrillando flor de retama


Por Cinco esquinas están, los sinchis entrando están,
van a matar estudiantes, huantinos de corazón,
amarillito, amarillando flor de retama,
van a matar campesinos, huantinos de corazón,
amarillito amarillando flor de retama

La sangre del pueblo tiene rico perfume
huele a jazmines violetas geranios y margaritas
a pólvora y dinamita
a pólvora y dinamita, ¡carajo!

martes, 22 de junio de 2010

Mario Florián: el lírico guerrero *



Los poetas suelen vencer el tiempo.
Logran la eternidad gracias a su capacidad para abrir surcos de luz con su palabra.
La poesía tiene el don de la vida y se impone al silencio.
Libera el silbido de los pájaros.
Acaba con la parálisis.
Es la diosa que le otorga alas al viento.
La poesía es la ola que sacude a los ríos y lo hace caminar y cantar.
La poesía es caracol de colores, que despierta al mar.
Y lo hace mugir.
Además, cuando la poesía se gesta en el vientre de las piedras andinas
se hace flor de capulí,
canción de retama,
coro de orquídea
o se hace simplemente
ofertorio de choclos,
altar de papales
o paraguas de molle y de huarango.
La poesía es creación.
Creación de orfebre o alfarero.
Creación de poeta.
Poeta redentor de la palabra
Y redimido por la poesía.

El poeta auténtico es un guerrero portentoso.
Un arcano en el campo de batalla.
Un heraldo anunciador de tiempos nuevos..
El poeta es un ser mítico que se arroja a la batalla.
El Quijote es tal porque se hace poeta,
se transforma en rayo luminoso
y arremete contra los molinos de viento de la injusticia o la ignorancia.
El poeta tiene mucho de Quijote.
Pero, en nuestro caso, el poeta tiene de harawicus,
el aeda de nuestros pueblos ancestrales.
Es así como valoramos a Mario Florián, el poeta que creó belleza de la vida sencilla.
Para él la poesía no era más que la vida llevada al reino de la estética:
Solo un hombre del pueblo puede decir esto:
“Yo soy un pastorcito,
yo soy un buen pastor.
Hago salir de mi honda
Pedrusco volador”
Mario Florián fue también guerrero
Y lo fue porque llevaba en su alma magisterio.
Mario Florián fue maestro.
Creo pertinente detenerme en dos aspectos de su vida, que lo pintan como un hombre cabal, como un ciudadano honesto y como un maestro auténtico.
Actualmente los maestros vemos en los post grados una posibilidad de mejorar nuestro estatus académico y laboral.
Nos atrae la Maestría y el Doctorado pensando en que por esa vía nos alejamos del sueldo paupérrimo y miserable, el haber del marginado.
El maestro Mario Florián hizo un Doctorado en Historia, en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, y sin embargo no dejó de ser – por convicción- el docente de Literatura que acudía gozoso con su apostolado en el alma y con sus libros en las manos a su Colegio Bartolomé Herrera.
De esa vivencia nacen sus poemas dedicados a la educación, a los niños, a los maestros. Y es que como él lo decía, el maestro de escuela está en todos los espacios de la patria: en las punas, en los llanos y en las florestas verdes de la selva
Mario Florián fue poeta docente
Y combatiente. .
Cuando en la década del 70, el maestro se hizo
Conciencia y viento de rebeldía.
Puño y bandera de coraje.
Voz y plaza en multitud.
Ira y sangre derramada.
Masa y Horacio.
Entonces, el poeta Mario Florián se convirtió
En Verbo y en relámpago.
Y había que verlo.
Era un maestro con bondad de padre.
Hacía su labor de sutepista.
Y era digno de venerarlo al verlo
con su dignidad erguida,

Los maestros de Lima lo vieron porque estaba con ellos.
Los del interior lo sentíamos con nosotros.
aplaudiendo y luchando.
Eran los tiempos en que el SUTEP
Estaba con la inteligencia.
Y la inteligencia estaba con el SUTEP.
Eran los tiempos en que el maestro Ricardo Dolorier recibía medallas de perdigones en su cuerpo. De esa experiencia brotan como ira y ternura sus versos, siempre con olor de retama.

"Ser maestro en el Perú
Es una forma muy peligrosa de vivir.
Ser maestro en el Perú
Es una forma muy hermosa de morir"

A Mario Florián lo necesitamos con su ejemplo de maestro, con su coraje de hombre de pueblo, con su dignidad de combatiente.
Lo necesitamos con su poesía de río y de relámpago.

• Exposición realizada el jueves 17, en el Club Cultural de Huayllabamba de Lima Norte. Asistí invitado por Margot Palomino, alondra hecha canto.

domingo, 16 de mayo de 2010

Río Poeta




Se sentía río.
Y por soñar
para que la mirada de la luna
no encontrara mendigos,
Le abrieron heridas
De odio y llenaron
De pólvora sus ojos.

Se sentía río.
Y era muy joven
Para desembarcar sus días
En el mar del morir

Se sentía río.
Y por las tardes,
bajo los sauces,
Cuando el sol hundía sus pies
entre los médanos,
labraba sus poemas con arcilla.

Se sentía río.
Y cantó entre pájaros
Y soñó entre árboles.


Se sentía río.
Y sus aguas lloraban
Cada vez que los malvados
Arrasaban del cuello
A los humildes.
Y se sentía triste cuando
Apagaban sus luces
Las luciérnagas.

Soñó que la patria
Era hermosa con su cielo,
Sus valles
(Y su espada)

Por soñar de ese modo,
los asesinos
Le abrieron heridas
en su cuerpo.

Mas,
No ha dejado de ser
el río
que lucha junto al pueblo.

Julio Yovera B.

viernes, 7 de mayo de 2010

Madre


*



Madre, surges de pronto en mí,
Como la luna asomándose
En la noche.

Mi trajinar no te oculta.

Apareces sonriente y diáfana
Como las mañanas frescas de la chacra.


No me eres fugaz estrella errante.
No me eres ajena, ni ausente.

Aquí no yaces.
Aquí moras. Vives en mí
Por siempre.

Tus ojos siempre están mirándome.

Aquí estoy
(hago un alto en la jornada cotidiana)
para decirte:
Gracias, madre, porque
sin saber
Leer ni escribir,
Te hiciste mi primera maestra.

Flor de algodonero,
Afincas en mi pecho…


Julio Yovera.



* La pintura pertenece a Oswaldo Guayasamín

sábado, 1 de mayo de 2010

1º de Mayo





Las olas se han retirado
De la playa.
Los capataces empujan
La memoria de Chicago
A los abismos.

No hay Primero de Mayo obrero.
Pero sí hay obreros.

No hay obreros marchando
En las calles.
No hay canciones rojas
Pero sí cantos.
El ventarrón echó abajo
La palabra proletario.
Y la frase
“¡Proletarios del mundo, uníos!”
Se ha borrado del lenguaje.

Y, sin embargo,
Se viste de alba el día,
Y desde lejos
Viene como una ola
Una canción inconfundiblemente
Proletaria.


Julio Yovera B.

domingo, 18 de abril de 2010

El delfín alado





Julio Yovera Bayona




1

El delfín nada en aguas
Que traspiran aceites.
Recorre
Océanos moribundos.
Bajo un cielo
Tatuado de monóxido.

Ha visto a los hombres
Que luchan,
Que escriben
Con su sangre y
En hojas de plátano
Su historia.

La pólvora viaja
En helicóptero.
Y un coro de asesinos
Le hace canciones.


2

El Delfín camina al lado
de lagunas de ceniza,
Su mirada se choca con paredes ocres
(el sol hace sudar las calles)
Y se hunde
En un mundo,
Que no es el mar
Sino el vientre
Laberíntico de un pulpo
Que abraza su codicia.


3

El delfín
Esconde la melancolía
en su piel.
Los viejos estibadores
De los muelles palpan
El horizonte con
sus dedos tejedores.

El delfín tiene el alma
Transparente como el agua
Que ya no existe.
Añora
las horas donde
las tardes duermen
y susurra la noche
acompañada con los vientos
que despeinaban
los copos verdes
de los algarrobos.


4
Tiempos éstos.
La misma travesía,
El mismo llamado de náufragos
Extraviados en el reino
De la cotidiana intrascendencia.


5

Las mismas canciones
Bullangueras
Que le hieren sus tímpanos,
Que le despiertan nostalgias
Por las sinfonías celestes,
Que los otros no echan de menos,
Porque prefieren
El arbolito aquel,
Donde ningún nombre
De delfín estará escrito.






6

El delfín con los pies en la tierra
Anota en su cuaderno
Las impresiones
Hechos sin más recursos
Que sus ojos agudos
Y sus alas
Con la que enfatiza su palabra.


7



Se siente el efecto
Que temíamos.
El viento que amenazaba
Sopla.
La estación aceitosa
Aparece

Las sábilas hepáticas
Se doblan moribundas.


7

Los ríos turbios
Se quedan
Sin lágrimas.

El viento herido
Gime como
Cordero degollado.

Llora el
Caballo sin relincho.
Y se queda ciego
Al pie de los abismos.




Al delfín
Se le quitan
Las ganas de jugar
Y de saltar.



8


La esquina agoniza
Bajo montañas
De basura.
Únicos monumentos
Que ha creado la ciudad oscura.




10

Las nubes
Se diluyen
En remolinos de mercurio




11



No hay páramos.


Sólo amenazas
Y hostias de dolor
Y médanos de lágrimas.




La herida
Abierta en la costilla
De los ríos indagan
Su muerte.


13


( El delfín alado
Se hunde en su reino
Y su mirada se
Hace Manifiesto)



Cuchillos de arsénico
Matan la palabra.

Las cuerdas de la voz
Permanecen mudas.


15


Los asnos se despellejan.
Su cola se hace cera
Y en su vientre,
Habitan planetas microscópicos.




16

La muerte celebra
A la muerte.


Y los perversos
Sirven
Manjares de oro
En azafates de plata,
Que nadie disfruta.

Ni siquiera ellos mismos.






17

Los árboles
Son moribundos jorobados,
Sin hojas y sin tallo.


18

El mañana se hace polvo
En la boca de la mina.

Los ríos
Sudan ácido.


Ni lágrimas
En los ojos
Ni saliva
en las gargantas.


20

El viento queda paralítico
Y sin muletas

Sin dioses que lo salven.

21

Inmóvil para siempre,
El pájaro
Sin alas.


22


Arena muerta
En el desierto.

Sin aroma y sin ramas
El algarrobo.


Iguanas secas
Bajo el sol rojizo.



23


La gente esperará anhelante
Las lluvias de abril.

Y han devenir.


Y cuando vengan
Será la anunciación
De la vida.


24


Se lavarán los mares.
El viento
Dispersará las cenizas.

Los ríos
Volverán
a ser alegres.

La playa
Tendrá su primavera.


25
El delfín
Con los pies en la tierra,
Volverá a sonreír.

Saltará y jugará
Frente a los niños.

26


Para entonces
Los cerros ocres
Serán potreros verdes.


La vida será
lo más cierto
Que exista.

27

De los tiernos pectorales
Del delfín
Saldrán
Las mariposas.


De la piel de la tierra
Emergerán otra vez
las rosas que sembraste
Delfín de aguas azules.

martes, 6 de abril de 2010

Islas Ballestas











La arena de músculos blancos
Se adormita

Como loba desganada.



Las gaviotas con alas de pañuelos
Saludan el paisaje.

La playa se hace aroma de sal
Y algas.

El viento tierno

susurra

olas azules
Bajo un sol espléndido

El bote salta

armonioso
Como un delfín alado

Los anónimos tiempos
extienden sus redes

y atrapan los sueños.

La nube de brisa espumosa
tiñe de azul el agua
El corazón desborda

emociones a mares.


Se llena de poesía

la garganta.

No hay tempestad.
Dicen las piedras calmas.
No hay tempestad
Dicen los caracoles.

Sus lenguas pomas

tienen miles de años.

Los días son manada de espuma
Posándose en las horas.

Los pescadores son devueltos
Por las distancias oceánicas
Ofertando sus peces.

Desde aquí
te preguntas
¿De donde emergió el candelabro?

¿Fue la señal masona
para que Don José
Descifrara
El camino libertario?

¿O fue la estela de los padres
Que ofrendaron sacrificios
A sus bien hados tutelares,
Hace más de veinte mil intensos
Calendarios?

Las viejas islas Ballestas
Siguen jóvenes.
Aquí fecundan los lobos a las lobas,
Los pingüinos toman con sus alas
el cuello de la tierna enamorada.

Las aves bendicen con sus picos el día.
El pelícano y el guanay siembran su flor
Excrementada.



El capitán eleva su destreza
Y habla del mítico Almirante,
Que asestaba golpes certeros
Sin dejar huella.

Todos los sueños caben
En las Islas Ballestas.

Aquí se ama de manera horizontal.


La patria y los sueños

flamean de manera natural.

(¿Verdad que es hermoso este paisaje?)

(Ani y Coti se deleitan
Con la ternura materna de las lobas)

Mástiles de piedras

descienden
Como ríos.


Las sinfonías habitan
Islas Ballestas.

Islas luminosas


Altar y antorcha

de los viejos y mozos

sueños libertarios.

Julio Yovera B.

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Somos los chilalos, nietos de Mec non, hijos del algarrobo y de la arcilla, hermanos de Cutivalú, el rebelde que se enfrentó a los españoles en las primeras noches del colonialismo. Somos los comuneros alados de Catacaos, capital de los tallanes.

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Mi foto
Nació en Ccatacaos, distrito del departamento de Piura que en el periodo prehispánico fue capital de la cultura Tallán. Estudió Licenciatura y Maestría en Educación en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es autor de: Pedagogía Popular en la Escuela; Horacio, Maestro y Líder; Testimonio para Micaela (poesía), Canciones de la Lluvia (poesía), Víctor Pablo Salvador (poesía); Educación en Valores (varios autores); Julio C.Tello, maestro (varios autores); Detrás de la Crisis de la Educación (debate). Ejerce la docencia universitaria.